Siempre he buscado juegos que me den más control sobre mis apuestas, y un amigo en Perú me recomendó mines. Me explicó que la clave estaba en no ser demasiado ambicioso y saber cuándo salir antes de que aparezca una mina. Lo probé con una apuesta baja para entenderlo y terminé pasándola mejor de lo que esperaba. Es un juego rápido, pero te mantiene concentrado y con la adrenalina a tope en cada ronda. Ahora lo tengo en mi lista de favoritos.